"Vengo a proponerles un sueño"

Hoy se cumple un año de la muerte de un hombre que marcó un giro en la historia de nuestro país. Un hombre que fue trasgresor, valiente, que cambió el modo de hacer política, que se la jugó por sus ideales, que no negoció ni cedió ante los grandes poderes que dominan nuestro país. Un hombre que supo luchar por una Argentina distinta, pero nunca abandonando la alegría. Un hombre que murió porque puso todo de sí y más por este país, por este pueblo, por sus ideales, que nunca bajó los brazos, nunca retrocedió, incluso ante la advertencia de los médicos y la insistencia de sus detractores.

Néstor Kirchner fue un punto de inflexión, un quiebre en la política y la historia de nuestro país porque sacó a la Argentina de una crisis con métodos que nadie había utilizado y en los que nadie confiaba. En lugar de las viejas recetas neoliberales del FMI que nos hubieran sumergido más aún en la crisis, como sucede hoy en Europa, llevó a cabo medidas inclusivas, que modificaron a fondo la economía argentina, disminuyendo la pobreza y el desempleo. Centró su política en los más necesitados y los humildes quienes fueron su prioridad.

Castigó y enjuició a los responsables de la dictadura más sangrienta de nuestra historia, eliminando los indultos, el Punto Final, la Obediencia Debida y comenzando los juicios a genocidas que aún hoy continúa. Mejoró la distribución del ingreso, renegoció gran parte de la deuda externa y así acabó con la dependencia del FMI. Cuidó los intereses de nuestro país, protegiéndolo de los intereses extranjeros, que hicieron estragos en la década de los ’90. Fomentó la unidad regional, soño una "Patria Grande", lo cual se logró con Brasil, con Bolivia, con Venezuela, con Paraguay y Ecuador, así lo hizo siendo Presidente y siendo Secretario de la UNASUR, y fue esta una tarea que desempeñó con convicción hasta el momento de su muerte.

Sin embargo, su labor se vio interrumpida un 27 de octubre de 2010, hace exactamente un año. Ese día se vio el aprecio y el agradecimiento de un pueblo al que Néstor le devolvió la dignidad, la alegría y la esperanza. Le devolvió la fe de que otro país era posible, y que la herramienta era la política. Y a partir de esa noche, la Plaza de Mayo, que vio pasar al pueblo en todas sus expresiones, lo lloró durante varios días dándole el homenaje que se merecía con un “GRACIAS NÉSTOR” y garantizando la convicción impoluta de profundizar su rumbo, con un “FUERZA CRISTINA”.

Hoy, a un año de su muerte, vemos el legado que nos dejó, que se ve en cada pibe que comienza a militar, en cada familia que cobra la asignación por hijo, en cada sector que tiene una voz luego de muchos años de censura corporativa, en cada nueva industria, en cada familia con un techo, en cada escuela que se inaugura, en cada pibe que vuelve al colegio, en cada científico que vuelve al país, en cada jubilado que de a poco cobra lo que se merece, en cada nieto recuperado, en cada bandera que flamea los colores celeste y blanco y en cada rincón del país que ayer se caía a pedazos, y hoy crece, del modo que Néstor soñó.

"Tal vez porque era más fácil dibujarte de perfil se escondió que venías de frente.

Tal vez porque ese ojo no apuntaba bien se creyó que no veías.

Tal vez porque el saco te chingaba se supuso que te quedaba grande la pilcha.

Tal vez porque jugaste con el bastón se dio a entender que no sabías usarlo.

Tal vez porque no les tuviste miedo a los señores se asustaron tanto.

Tal vez porque hiciste tu causa la de los pueblos hermanos se crispó la colonia.

Tal vez porque viniste a acomodar las cargas se brotaron los patrones.

Tal vez porque nos devolviste la alegría te lloramos tanto."