La gloriosa lista 17

Siguiendo el legado de los grandes hombres y mujeres de la patria, por un centro inclusivo, democratico, nacional y popular, inteligente y al servicio de los estudiantes.


lunes, 28 de junio de 2010

NUEVA LEY DE SERVICIOS DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL


Seguramente muchos de ustedes habrán escuchado hablar de la ley de radiodifusión o de servicios de comunicación audiovisual aprobada por el Congreso en 2009. La ley de radiodifusión es una de las dos que seguían vigentes desde la última dictadura militar, sometiendo ciertas cuestiones relacionadas con los medios de comunicación al control de organismos militares, primera razón por la que resultaba fundamental someterla a severas modificaciones.

Esta nueva ley fue y es criticada desde diversos sectores del periodismo, siendo calificada como “ley de control K”, “ley K de control de medios”, “cepo K”, y recibiendo otras descalificaciones totalmente infundadas, pero a la vez comprensibles si se tienen en cuenta las siguientes consideraciones:
La tarea de informar requiere de una gran responsabilidad. Es necesario acudir a una gran variedad de fuentes en relación con el tema que se quiere abordar a la hora de escribir una noticia o una editorial con el objeto de formar una opinión sólida y bien fundamentada. Pero hay veces que esta valoración personal que realiza el periodista busca trascender los límites de la subjetividad y es presentada como la verdad inquebrantable. Esta situación se da porque influyen intereses tanto personales como económicos a la hora de transmitir información.

La nueva ley atenta contra el monopolio de la información, en manos de los famosos multimedios, es decir “empresas periodísticas”, que, como bien dice Don Arturo Jauretche en su “Manual de Zonceras Argentinas”, son primero empresas, es decir, realizan un negocio tanto con la información que transmiten, totalmente arbitraria y selectiva, como con la manera en que lo hacen. Es por esta razón que cada vez nos resulta más habitual ver a varios periodistas de un mismo medio de comunicación que levanta las banderas del “periodismo independiente” repetir una y otra vez una misma línea editorial en defensa de ese multimedio y muchas veces atentando contra la voluntad popular, sin el más mínimo pudor, ya que en su tarea influyen intereses económicos, entonces los medios de comunicación dejan de ser medios y pasan a ser fines. Cuando sacrifica la búsqueda de la imparcialidad por defender los intereses de la empresa a la cual pertenece, el “periodismo independiente” ya no tiene nada ni de periodismo ni de independiente.

Esta tergiversación que se realiza hoy en día de las noticias influye a tal punto en la opinión y en la vida de los ciudadanos que puede resultar catastrófica. Los grandes multimedios sacan rédito de la falta de interés que aqueja hoy al pueblo argentino. Las políticas neoliberales, destructoras de la educación, llevadas a cabo durante la última dictadura militar y la década del 90’ nos han vuelto seres sino magramente formados, cada vez más técnicos, desinteresados de la realidad nacional y alienados en la idea de que nuestra evolución como seres humanos esta íntimamente ligada al desarrollo económico. Este consumismo se manifiesta también en la manera de adquirir información. ¿Cuántas personas se guían solamente por los encabezados de los diarios? ¿Cuántos se consideran “bien informados” solo por ver los titulares que pasan cada media hora en los canales de noticias? El argentino no profundiza su conocimiento cualitativo, interesándose sólo por la cantidad de información que pueda llegar a adquirir.

La nueva ley de radiodifusión busca defender el derecho de la población a estar bien informada, garantizando el fin del monopolio mediático y así posibilitando la pluralidad de voces. Si nos mantenemos ignorantes, somos fácilmente manipulables en pos de los intereses de los grandes grupos comerciales, que son los únicos beneficiados con esta situación. Pero en cambio, si desarrollamos un pensamiento más crítico, producto de una mejor calidad de información, garantizada a través de este proyecto, seremos cada vez más independientes.


Algunas ventajas de la nueva ley de servicios de comunicación audiovisual


Se garantiza la libertad de expresión e información, a diferencia de la ley anterior que, por ejemplo, limita el contenido a cuestiones inherentes a la moral cristiana. Esto se logra rompiendo con los monopolios y oligopolios, que no sólo atentan contra la libre competencia económica, sino también contra la pluralidad de las opiniones.

Se protege el trabajo argentino y la producción nacional. Se garantiza un 70% de producción nacional en radios y un 60% en televisión, alentando de esta manera el trabajo en el país, garantizando además una cuota de pantalla al cine local. Medidas de este tipo habían sido tomadas durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón con resultados maravillosos. Se lanzaban 50 películas argentinas por año y el cine nacional se colocó entre los primeros a nivel mundial.

Aumentan los contenidos tanto de desarrollo social como culturales, previendo la creación de señales públicas que difundan estos contenidos.

Se permite el acceso a los medios de comunicación a entidades sin fines de lucro garantizándoles el 33% del espacio publicitario, además de otras libertades, a organizaciones no gubernamentales como fundaciones o mutuales.

Se promueve la creación de contenidos tanto educativos como infantiles.

Se permite que las Universidades tengan emisoras sin restricciones ni obligación de ser sociedades comerciales.

Está previsto un mecanismo de Audiencias Públicas cada 2 años para discutir sobre las Licencias otorgadas. Este NO ES UN MECANISMO DE CONTROL, sino que su objetivo es prever un mejor aprovechamiento de las tecnologías disponibles al momento de estas audiencias con el fin de garantizar un mejor servicio.

Se mejora la calidad tanto humana como tecnológica en los servicios de comunicación, situación que es impulsada por el fin del monopolio.


Por todas sus ventajas y porque fue aprobada mayoritariamente por el Congreso Nacional es que debemos asegurar su plena vigencia, luchando así contra los trampas judiciales, antidemocráticas y antipopulares, último recurso de los monopolios.


“Deseo que todos sepan el bien para alegrarse, y el mal para remediarlo, si aman a su patria; así que nada oculto ni ocultaré jamás.”

Manuel Belgrano

jueves, 17 de junio de 2010

Plataforma para la eleccion de consejeros de convivencia

El 24 y el 25 ¿Qué votamos?

El jueves 24 y el viernes 25 de este mes nosotros, los estudiantes, votamos a nuestros representantes para los Consejos de Convivencia ¿Los qué?... Los Consejos de Convivencia son uno de los órganos de gobierno del colegio, su función es tratar todo lo relacionado con nuestra cotidianeidad acá. Son uno por turno y tienen la atribución, entre otras cosas, de tratar las amonestaciones a los alumnos: es el lugar al que podemos apelar, por ejemplo, si nos parece que nos sancionaron injustamente. Contamos con 3 representantes de nuestro claustro en cada Consejo, que se completa con 3 docentes, un representante del Departamento de Orientación, el regente y el vicerrector de cada turno.
Sólo diciendo esto nos podemos dar cuenta de lo antidemocrático de la distribución: sólo 6 de los 9 consejeros son electos democráticamente, los 3 restantes son puestos arbitrariamente por la rectora. Pero más allá de esto (que ya representa un obstáculo desde el vamos), la realidad es que, desde que fueron creados, los Consejos de Convivencia nunca funcionaron activamente. Seguramente varios de ustedes tuvieron sanciones alguna vez y casi ninguno logró que el Consejo de Convivencia tratase su caso. Es cierto: el Consejo de Convivencia no funciona como quisiéramos, pero es una trinchera más en la lucha por las reivindicaciones de los estudiantes, y por eso es que hay que pelearla desde adentro por su reforma y reactivación.
Pero el tema de la convivencia en el colegio no se agota en tres Consejos: hay muchas cosas que necesitan ser repensadas. Nosotros dedicamos un ratito a analizar la situación de los alumnos con respecto a nuestro colegio hoy, y te invitamos a que leas el resto del volante para seguir el debate.
¿Y ustedes quiénes son?... Nosotros somos La Jauretche, una agrupación bastante nueva, pero con muchas ganas de trabajar. Te invitamos a que nos conozcas visitando nuestro blog: lajauretchecnba.blogspot.com o preguntando en los pasillos por cualquiera de nuestros candidatos.

Orientación

El Departamento de Orientación tiene como objetivo prevenir o solucionar dificultades en el proceso de enseñanza y aprendizaje, pero es una realidad de nuestro colegio que no se encuentra funcionando correctamente. Las intervenciones que tiene el Departamento en situaciones de conflicto son ineficaces, ya que no se brindan verdaderas soluciones ni el apoyo necesario.
Los principales proyectos brindados desde este espacio son las Tutorías (en 1º y 2º año), las Consultorías (en 3º año) y la Orientación Vocacional (en 4º y 5º año). Sin embargo, las horas de Tutoría no son aprovechadas al máximo habitualmente, hasta el punto de convertirse en “horas libres”. Las Consultorías terminan siendo productivas sólo si se presenta un problema puntual en la división, y la Orientación Vocacional se realiza con participación voluntaria y a contraturno, haciendo que genere poco interés en los alumnos.
Al mismo tiempo, cuando observamos el funcionamiento del Consejo de Convivencia, que es quien tendría que regir los aspectos cotidianos en el colegio, podemos concluir que en realidad no funciona como debería, ni cumple con los objetivos perseguidos por su naturaleza. Por eso desde La Jauretche proponemos la creación de la “Comisión de Bienestar”. Ésta se encargará de tomar en cuenta la realidad de los alumnos, sus necesidades y pedidos. Lo que hará será establecer una comunicación más fluida entre los consejeros y el alumnado, también será una organización que no dejará caer en oídos sordos los pedidos y reclamos, propulsará cada uno de ellos y le dará fuerza. La idea es que el reclamo, aún cuando sea por un conflicto individual, sea apoyado por el conjunto.
Convocamos a todos los alumnos interesados a integrarse a esta nueva comisión.

Extensión


El Departamento de Extensión funciona, a pesar de la asfixia presupuestaria, para que muchos alumnos puedan encontrar en el Colegio actividades para su desarrollo no sólo intelectual, sino de recreación.
Si bien estas actividades funcionan y hay estudiantes en muchas de ellas, consideramos que no son funcionales para la mayoría de los alumnos. Aunque sea difícil y sea una discusión que no se da hace algún tiempo, creemos que desde convivencia se tiene que reavivar el debate acerca de las actividades que ofrece el Colegio, llevando propuestas de los propios alumnos y aprovechando algo que muy pocas veces hemos hecho, que es el soporte que nos pueden dar los ex alumnos.
Por otro lado, proponemos reabrir el debate respecto de la organización de los viajes de estudios y a quién compete esta actividad, tomando en cuenta que originalmente eran manejados por este Departamento y actualmente están manejados por empresas privadas.
Desde La Jauretche, proponemos elevar propuestas desde el espacio de convivencia para activar este Departamento, agregando o mejorando actividades que hacen al bienestar del estudiantado y a la búsqueda de una mayor representación, encontrando siempre un lugar donde cada estudiante pueda sentirse identificado.

Reglamento


Uno de los temas a tratar, fundamental para la comunidad educativa, es la reforma del Reglamento Interno del Colegio. Saludamos las modificaciones al código de vestimenta, y lo tomamos como el comienzo de un largo camino de reformas tendientes a mejorar la estadía de cada integrante de la comunidad educativa. En este sentido es que proponemos varios cambios que tienden a lograr dicho objetivo.
Actualmente, el Reglamento del Colegio contempla una forma de sanción constructiva: en vez de recibir amonestaciones por un acto cometido, el alumno puede realizar algún tipo de “obra comunitaria” con el fin de reparar sus efectos o comprender las razones por las cuales su conducta afecta la convivencia en el colegio. Sin embargo, esta forma nunca se usa y son los vicerrectores quienes deben aprobarla ante la apelación del alumno para que se aplique. Desde La Jauretche, creemos que es necesario un cambio en la resolución de estos casos, ya que no puede recaer en una sola persona dicha decisión. Por lo tanto, con el fin de democratizar, nos parece importante que sea el Consejo de Convivencia, con representantes de los alumnos elegidos en forma democrática, quien determine sobre la aplicación o no de las mismas.
Dentro del Reglamento Interno, no se contemplan las llegadas tarde al Campo de Deportes, lo que resulta conflictivo: si los alumnos llegan 10 minutos después de comenzada la hora, ni los profesores ni los alumnos tienen del todo claro si corresponde una falta o un tarde. Tampoco resulta manifiesto el concepto de llegada tarde, y en los casos en que la misma se traduce en un ausente, los profesores no dejan que los alumnos se retiren. Muchos de nosotros tenemos que asistir dos veces por semana en los primeros horarios, tomar colectivos a horas pico, adivinar si hay clases o no por lluvia. El concepto de SAF no está explicitado en ninguna parte, por lo que siempre resulta confuso y conflictivo.

Es por eso que creemos que es importante que dentro del Reglamento Interno se especifiquen debidamente las cuestiones relacionadas con la asistencia al Campo de Deportes, ya que es algo que nos afecta directamente y a veces condiciona nuestra regularidad.
Los Plenarios de Convivencia son reuniones extraordinarias de los Consejos de los tres turnos. En general, luego de las elecciones se suele fijar la organización de las reuniones ordinarias, y a lo largo del año puede tratar temas como la modificación del Reglamento Interno u otros cambios que afecten a la comunidad educativa. Estas propuestas luego son elevadas al Consejo Resolutivo para su definitiva implementación. Consideramos fundamental para el objetivo central, que es la mejora del Consejo de Convivencia, que en el reglamento del consejo esté contemplada la cuestión de la votación. Como espacio que puede elevar importantes propuestas, es necesario que se llegue a un consenso para elevarlas.
De esta manera estaría realmente representado cada sector del colegio que discutiría cada tema hasta llegar a una decisión que deje conforme a todas las partes.

Aquí están, estos son, los candidatos de La Jauré:

A la Mañana…

Titulares

Ivo Nacucchio, 6º 2ª
Jazmín Esquivel, 4º 5ª
Alejo Aristei, 5º 4ª

Suplentes

Delfina Romero Feldman, 4º 4ª
Esteban Rosbaco, 5º 4ª
Paloma Gutierrez, 4º 4ª

…y a la Tarde:

Titulares

Martín Etcharran, 4º 9ª
Maia Prieto, 4º 10ª
Emilio Fernández, 3º 10ª

Suplentes

Renata Barlaro, 4º 10ª
Irene Ávila, 4º 6ª
Jazmín Monzón, 4º 7ª

A 200 años de la revolución inconclusa, levantemos las banderas nacionales y populares

A 200 años de la revolución inconclusa
levantemos las banderas nacionales y populares
Mucho se dijo de la revolución de Mayo. Doscientos años después, la semana de Mayo sigue generando controversias entre quienes analizan la historia como si se tratara de una cuestión de actualidad: que si Mariano Moreno era un agente británico o español, que si la revolución fue hecha en nombre de Fernando VII porque la cosa no estaba para una revolución hecha y derecha, que si la revolución fue en serio una revolución o fue simplemente una excusa de los sectores ligados al contrabando para romper lazos con España. Lo que es innegable es la actuación de un personaje que dio el puntapié para el comienzo de la independencia latinoamericana, cuyo desenlace seguimos esperando. Estamos hablando de Mariano Moreno.
Moreno fue el secretario de la Junta presidida por Saavedra en 1810, fundador de La Gazeta, que en ese momento hacía de diario oficial y, sin duda alguna, el revolucionario más radical de ese órgano. A pesar de su formación profundamente liberal, fue el primero en levantar las banderas del proteccionismo económico y de plantear que a falta de una industria fuerte en manos de una burguesía local, era el Estado el que tenía que tomar en sus manos la creación de la industria nacional. Tan severo era en lo económico como en lo político: Moreno fue el ideólogo de la expedición a Córdoba que terminó con el fusilamiento de Liniers y, posteriormente, de la expedición militar al Alto Perú y al Paraguay, los focos más grandes de la reacción española. Pero sin duda alguna, el mayor ejemplo de su claridad intelectual y política se refleja en su Plan de Operaciones, donde no titubea en defender la revolución armada contra el poder monárquico.
Pero como sucedió durante toda la historia argentina, y a pesar de lo que nos enseñan los manuales de historia, Moreno fue resistido por los demás miembros de la Junta. Si hay algo que caracterizó a esa revolución fue que estuvo plagada de esos vecinos decentes que acusaban a Moreno de terrorista. Apellidos de ese entonces, como Pinedo y Martinez de Hoz, nos siguen resultando conocidos hoy en día. Junto con gran parte de los contrabandistas ligados a sectores ingleses y focos realistas dentro del ejército, presionaron atrás de la figura de Saavedra para que nuestro prócer en cuestión no triunfara en la reivindicación de una Patria nueva y sin cadenas. Moreno es envenenado en 1811 en un buque inglés en el que viajaba para realizar una compra de armas y muere. Los reaccionarios reciben la noticia aliviados.
De nada sirve la historia si no podemos analizar y comparar cómo eran las relaciones de poder en ese entonces y cómo son ahora. Antes, un Pinedo presionaba atrás de un general para destituir una amenaza a su forma de vida basada en la explotación; 200 años después, otro Pinedo es diputado por un bloque que vacía la educación pública y gasta fortunas en su fuerza policial. Antes, un Martinez de Hoz velaba por sus tierras en un Cabildo abierto; 200 años después, la Sociedad Rural creada por Martinez de Hoz amenaza con tumbar el proyecto elegido democráticamente por la mayoría de los argentinos. Hace 200 años, a Moreno lo envenenaron el altamar; hasta no hace mucho, a la gente con ideas la tiraban al Río de la Plata.
Nada de esto es casualidad; los enemigos son los mismos y siguen ahí. Con métodos algo más refinados, tanto culturales como materiales, nos dominan haciéndonos creer que la única salida es que sigamos vendiendo materias primas o que los proyectos nacionales y populares son “terroristas” o “atentan contra la libertad de expresión”. Son en verdad ellos quienes usan la violencia, mediante cuerpos parapoliciales que aterrorizan a los sectores más marginados de nuestra ciudad y son ellos quienes censuran los materiales académicos para imponer su visión cipaya de nuestra historia.
Hacemos un llamado, entonces, desde La Jauretche al CENBA en su totalidad, para que reivindiquemos la memoria por estos 200 años, apoyando las luchas de todos los pueblos latinoamericanos oprimidos y levantando las banderas de Moreno, por una segunda y definitiva independencia latinoamericana y enfrentando a los enemigos que la obstaculizaron ayer y la obstaculizan hoy. En este sentido, creemos vital que la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios sea de todos nosotros y por eso, llamamos a marchar unificados este viernes, para que este bicentenario nos encuentre peleando por la educación que nos merecemos

Ante las acusaciones del FEL

En las últimas semanas, una de las agrupaciones del colegio, el FEL ha realizado una serie de acusaciones gravísimas contra nosotros, primero en uno de sus volantes y luego repitiendo ese discurso en casi cualquier espacio de debate de los estudiantes. En un principio, creímos conveniente para todos no responder en esos espacios (la comisión de educación, las reuniones de delegados, las asambleas) a semejantes calumnias, para no desvirtuarlos. Todavía mantenemos esa posición, pero tememos que tal decisión sea interpretada como una huida al debate político. Además, sabemos que militantes del FEL nos han difamado al mentirles a los estudiantes sobre nuestras posiciones y poniendo en nuestra boca palabras que jamás hemos pronunciado. Es por esto que elegimos expresarnos en este texto.
Para empezar, creemos imposible cualquier discusión sincera basada en mentiras. El FEL dice que nosotros queremos “destruir el CENBA”. Francamente, no entendemos muy bien qué sería “destruir el CENBA” y le pedimos a los compañeros una explicación de este concepto nuevo para nosotros. Adivinando un poco, podemos decir que “destruir el CENBA” sería más o menos reducirlo a la nada, o sea, eliminar toda su estructura o al menos impedir que siga cumpliendo sus funciones. Compañeros del FEL, dígannos, por favor, cuál de nuestras acciones hasta al momento va en ese sentido.
Les explicamos, nacimos hace muy poquito y lo único que hicimos hasta ahora fue participar en los espacios democráticos de discusión planteando nuestras posturas desde nuestra visión de lo que queremos como colegio. Acompañamos iniciativas de otras agrupaciones y trabajamos con ellas construyendo un colegio mejor para los estudiantes, tratando siempre de no caer en la chicana fácil y ventajista.
Nos llaman “los principales impulsores de la destrucción educativa” y ni se toman el trabajo de justificar semejante disparate. Nos ponen en la misma bolsa que a los privatizadores de la educación pública, cuando hemos expresado claramente y más de una vez que no defendemos en ningún término al rector de la UBA, Rubén Hallú, ni al resto de quienes comandan antidemocráticamente nuestra universidad y nuestro colegio. No nos quedamos tampoco en palabras: acompañamos y celebramos la decisión de los estudiantes en asamblea de marchar este miércoles a exigir la entrega inmediata de presupuesto a las tres divisiones abiertas este año en el turno noche.
Verdaderamente, no es muy difícil entender nuestra posición y comprender que somos sus aliados en las luchas estudiantiles y no sus enemigos, que buscamos un colegio más grande, inclusivo, público y popular, antítesis máxima de cualquier proyecto privatizador. Se desprende entonces la pregunta de si los compañeros que hacen el FEL no entienden esto, no lo quieren entender, no creen en nuestra palabra (y en nuestras acciones) o, comprendiéndolo perfectamente, actúan de mala fe. Nos importa muy poco este problema: hemos decidido responder a cada mentira redoblando los esfuerzos y el trabajo. Esperamos que éste sea nuestro último texto sobre el tema.
Convocamos a todos los estudiantes a marchar el miércoles 14 de abril al Rectorado de la UBA, para exigir entrega inmediata de presupuesto a las tres divisiones del turno noche.

Neocolonialismo en el Bicentenario de la Patria a 34 años del Golpe

Neocolonialismo en el Bicentenario de la Patria a 34 años del Golpe
“ Por eso, venimos a suscitar en cada uno la verdad, a veces introducida, que cada uno lleva dentro de él […]. No venimos a enseñar nada. No somos maestros de nada. Nos dimos cuenta, simplemente, de lo que verdaderamente intuíamos hasta hacerlo pensamiento, primero que otros y nada más. Ahora queremos ayudar a que ese descubrimiento de la verdad de cada uno se haga en todos”.
Arturo Jauretche
Podríamos empezar por definir la noción que se tiene de neocolonialismo en nuestra Argentina y en el resto de América Latina hoy en día en esta conmemoración del Golpe. Estamos entrando en su bicentenario, pero lejos de la utopía todavía arrastramos resacas no sólo de 200 años, sino incluso desde octubre de 1492. Dominaciones expresadas no solo en gobiernos anticonstitucionales sino en los legítimos; dominaciones expresadas no sólo en terrenos políticos y económicos sino desde lo más profundo, en nuestro arraigo cultural. El imperio opera así: te saquea, te duerme y cuando te despertaste no te acordás muy bien que hacías pero si lo que vas a hacer. Y los dormidos no lo cuestionan.
Por suerte hay unos cuantos despiertos; suerte para nosotros, sobre todo, que hoy podemos agarrar sus banderas que no perdieron vigencia y volver a izarlas. Banderas de Mariano Moreno, de Yrigoyen, de Perón, de Jauretche, de Scalabrini Ortiz y de infinidades de compañeros más que nos marcaron un camino y que hoy en día, aunque lo desaparecieron junto a 30000 compañeros más, nos invita a seguirlo.
Una vía que nos propone el conocimiento de la realidad mediante la dialéctica; que nos invita a reflexionar acerca de las visicitudes de la actualidad (con sus grises también), pero que por sobre todo nos obliga a tomar una responsabilidad que nos da la historia en este momento crucial de América Latina. Una responsabilidad que implica el reconocimiento de dos bandos con dos modelos de país diametralmente opuestos, uno política, cultural y económicamente soberano y el otro que, a decir verdad, es el mismo que plantearon Videla & cia. La misma responsabilidad que nos obliga a actuar en consecuencia a favor de uno u otro bando, construyendo un poder popular efectivo que tome las riendas del proyecto político que lo favorezca y que no baje los brazos cuando el conductor no es el correcto, sino que lo obligue a actuar en pro de este poder popular. Una responsabilidad que debemos tomar en serio aún cuando las medidas resulten insuficientes, teniendo a sabiendas que es nuestro el poder que hoy le otorgamos a un proyecto o al otro; no confundiendo el camino hacia el objetivo con el objetivo mismo.
Hace menos de un siglo que tenemos una democracia formal; un siglo con 4 interrupciones militares que ponen en evidencia que el miedo de los sectores concentrados de poder dan el primer golpe ante los avances populares de mano del ejército y poniendo en bandeja muchos, sino todos, los logros conseguidos a lo largo de la historia del país al imperio para que se los devoren en nombre de las recetas neoliberales importadas que, profetizadas por el Consenso de Washington, obligaron al país a privatizar empresas estatales que han sido vanguardia a nivel mundial, como Aerolíneas Argentinas, o YPF, entregándolas a precios miserables y contrayendo deuda para sus obras, haciendo pública deuda privada de empresas amigas y ajustando el gasto público. Todo, por supuesto, con un brillante plan anestesiante promulgado por los medios de comunicación siempre al servicio de los golpistas de siempre.
Hoy en día, gracias a la unión latinoamericana que sigue estrechando lazos, existe una posibilidad de encarar regionalmente estos problemas con soluciones efectivas, como el pago de la deuda con superávit fiscal, consecuencia de una administración eficiente o el apoyo recibido en el conflicto con el Reino Unido por las Malvinas que usufructa con petróleo de nuestra soberanía. Una unión que creemos que avanza en el sentido de la patria grande y que avanza con distintos matices regionales en contra de los sectores apátridas y antipopulares.
El poder concentrado no escapa a las luchas que llevamos a cabo en nuestro Centro de Estudiantes. Hoy en día nos encontramos en una posición de firme defensa de nuestro Campo de Deportes, sobre el que acechan los intereses inmobiliarios de la Corporación Puerto Madero, una de las estructuras heredadas de la década neoliberal de los 90’. El mismo poder concentrado que nos quiere meter a Agustín Zbar en el rectorado, a la UEN en el CENBA y que levanta causas judiciales ante los avances de distintos Centros de Estudiantes; el mismo poder concentrado que quiere a la policía de Macri para picanear a los militantes sociales y que desaparecio a 107 alumnos del CNBA en la última dictadura y a Luciano Arruga el año pasado.
¡Levantemos las banderas populares una vez más!

Zoncera Jauretchiana N°44

Zoncera N° 44
NIPO-NAZI-FASCI-FALANJO-PERONISTA
Confieso que decirlo de corrido me da algún trabajo. Es una especie de trabalenguas. Pero más que un trabalenguas es un trabasesos.
Para ser nazi hay que ser ario puro, y para ser nipo hay que ser japonés ídem. De donde lo de nipo-nazi resulta imposible aquí. Tampoco puede ser lo de fasci, o falanjo, pues si hay algo impuro racialmente es lo italiano y lo español, sólo supe¬rado en su impureza por lo argentino, pues para serlo hay que tener de italiano la mitad que no tenemos de españoles, más otras salsas indígenas, judías, árabes, rusas y andorranas (conozco uno).
(Esto de que somos mitad italianos y mitad españoles lo completaba un tío mío, agregando que los españoles son bru¬tos pero valientes y los italianos flojos pero inteligentes. Decía mi tío —pues yo no me quiero meter con ninguna de las dos colectividades, que bastante tengo con la nuestra— que de los españoles hemos heredado la inteligencia y de los italianos el valor... Pero no le hagan caso a mi tío, que es antirracista, como buen sarmientista).
Es precisamente lo racial, o lo irracial, lo que impide que pueda existir eso que llaman nipo-nazi-fosci-falanjo-peronismo, en un país donde después de mezclar todo no han quedado más que dos razas: los blancos y los cabecitas negras, como afirman nuestros antirracistas.
Pero tal vez no sea lo racial lo que identifica la "científica" zoncera, sino lo económico.
Los marxistas explicaban —ahora no lo dicen, vaya a sa¬ber por qué— que el trabasesos se produce como última etapa del capitalismo. Solo que esto sirve nada más que para dos términos del mismo: lo nipo-nazi, y un poco el tercero, lo fasci, pero es incompatible con lo falanjo y lo peronista, que pertenece a países que, según ellos mismos, andan con el desarrollo bastante atrasado.
Puede ser que la clave esté en los sistemas de gobierno más o menos dictatoriales, pero tampoco me resulta, ya que habría que agregar lo mao-fidelista y otros muchos del mismo sistema que evidentemente son anti-nipo-nazi-fasci-falanjo-peronistas. Tampoco las "democracias occidentales" y particularmente su "leader" le hace cuestión a las dictaduras. Sólo les exige que sean democráticas.
Es inútil, no lo entiendo, y esto me lleva a admirar cada vez más a la "intelligentzia" argentina que lo entiende.
Ella se pasó desde 1943 hasta 1955 manejando el trabasesos en el que estaban todas las claves del país, al que no hacía falta comprenderlo ni estudiarlo. Lo importante era ma¬nejar bien eso del nipo-nazi-fasci-falanjo-peronismo. Fue una tarea ímproba y hay que comprender lo que pasó después: cuando la "intelligentzia" llegó al gobierno, no daba más; se había agotado con el trabasesos. Y resultó lo que ha resultado, cosa de que uno puede darse cuenta sin ser inteligente con só¬lo ver lo que han hecho en el gobierno... Porque desde 1955 han gobernado los inteligentes, aunque no lo parezca.
Ahora la "intelligentzia", que estaba unida contra los nipo-nazi-fasci-falanjo-peronistas, se ha dividido en el manejo de dos trabasesos, y una dice de la otra que es oligo-impero-pentagonista, y la otra de la una, que es castro-comu-chino-mobutista. Y se pasarán otro montón de años en estos ejercicios intelectuales que ahora le cuentan a los nipo-nazi-fasci-falanjo-peronistas, que no entiende la jerigonza porque, ignorantes como son e incapaces de manejar estos trabasesos que requieren especiales aptitudes intelectuales, simplifican la cosa diciendo que tanto oligo-impero-pentagonistas como castro-comu-chino-mobutistas, son cipayos. Lo que no es tan inteligente; pero es cierto.
Esto es lo que piensa la mayoría de los argentinos. Pero la mayoría no gobierna, porque esto es una democracia y la democracia sólo funciona cuando gobierna la minoría. Cuando gobierna la mayoría es la dictadura. Pero esta es otra cosa complicada que puede terminar en trabasesos, que sólo los pueden entender los inteligentes.
¡Lo que es el poder de la inteligencia!

Volante de Presentación de La Jauretche

¿Otra agrupación más?
Hoy existen en nuestro colegio cinco agrupaciones diferentes que compiten en las distintas elecciones que se llevan a cabo a lo largo del año. Podría pensarse que esto es un ejemplo de pluralidad ideológica y diversidad democrática que ayuda a construir el CENBA desde perspectivas múltiples. En la práctica, sin embargo, se demuestra día a día que la mayoría de los militantes antepone sus intereses agrupacionales a la victoria del conjunto de los estudiantes. Se piensa únicamente en el rancho propio y así se ponen palos en la rueda a la construcción de un claustro conciente y movilizado. Si multiplicamos esta lógica sectaria por la cantidad de agrupaciones que se disputan el CENBA, nos encontramos con un panorama no muy alentador. Debemos sumarle a todo esto, además, el pensamiento puramente electoralista que lamentablemente predomina hoy en muchos de nuestros compañeros. Basar todo el accionar de una agrupación en vistas de la próxima elección nos parece contraproducente para la conformación de un CENBA realmente democrático y representativo.

A pesar de esta crítica, queremos subrayar que los llamamos “nuestros compañeros”. Nos referimos a ellos (Desde Bolívar, El Resto, Tinta Roja, UPC y FEL) de este modo porque así lo sentimos y porque no son para nosotros ni burócratas, ni entreguistas, ni traidores: son simplemente compañeros que entienden y encaran la lucha desde un lugar alternativo. Tenemos diferencias ideológicas y prácticas con ellos, pero sabemos que compartimos la misma trinchera y cualquier volante que venga a negar esto no es más que un ejemplo más del sectarismo que tan fuertemente se ha instalado hoy en las agrupaciones. Es este sectarismo el que lleva a valiosos compañeros a hundirse en interminables discusiones inútiles que, aunque basadas en diferencias mínimas, vienen acompañadas de descalificaciones e insultos que no ayudan a construir un CENBA fuerte y efectivo.

La mayoría del estudiantado, sin embargo, permanece ajeno a estos debates, que parecieran estar reservados para las vanguardias iluminadas de Bolívar y Alsina. Esto atenta contra la real representatividad y democracia del centro de estudiantes, alejando a un enorme número de compañeros de la discusión y desmovilizando a todo el claustro. Esta incapacidad de las agrupaciones existentes para generar espacios efectivos de discusión y decisión democrática permite el avance de fuerzas minoritarias que llaman a la desmovilización y obstaculización sistemática de la generación de conciencia popular.

Ante esta descripción crítica, podría pensarse que el nacimiento de una nueva agrupación simplemente reproduciría los problemas actuales. La Jauretche no busca ser, entonces, una agrupación tradicional, sino un movimiento activo estudiantil que ponga el CENBA al lado del común de los estudiantes, para que lo sientan cercano y a su servicio y que sea un espacio de formación de conciencia crítica, abierto no solo a la problemática de nuestros claustros sino a las problemáticas de magnitud nacional. La Jauretche alcanzará este objetivo a través del esfuerzo en la puesta en funcionamiento real, activo y continuo de los mecanismos de representación (haciendo especial énfasis en el cuerpo de delegados, que deberá dirigir el CENBA en el día a día), los cuales hoy sólo sirven para legalizar las decisiones previamente tomadas en la Mesa Directiva. Estamos seguros de que realizar esto es posible y trabajaremos arduamente en esta senda.


El CENBA que queremos
Muy pocas veces durante los últimos años el CENBA estuvo al día con las discusiones que aquejan a nuestro país. Podría pensarse que esto se debe a una focalización mas interna, pero muchos de nuestros compañeros en repetidas ocasiones hicieron hincapié en que tanto como individuos y como institución somos producto de un sistema (afirmación que, por cierto, compartimos por completo) y no faltaron ocasiones en las que tuvimos que leer mensajes de extensiones inimaginables en el foro de análisis de la realidad nacional e internacional; por otra parte, las comisiones durante las jornadas dieron lugar a debates fructíferos por demás acerca de diversos temas como la realidad de la Latinoamérica oprimida y la política nacional con su irrefrenable avance de los sectores más reaccionarios. En este sentido, creemos que el CENBA esta un nivel más abajo del que el estudiantado quiere. Los estudiantes demostraron repetidas veces que tienen una capacidad de discusión acerca de la política nacional e internacional que creemos está profundamente desalentada por las peleas entre individuos y agrupaciones, que disertan acerca de nimiedades dejándonos a voluntad de la derecha más anti-popular, que ya arribó a nuestro colegio bajo las banderas de la libertad de expresión y la representatividad

La Jauretche llama a todos los compañeros a volver a abrir estas discusiones y ubicar al CENBA en un plano político real, levantando las banderas de la conciencia nacional y popular y por sobre todo, con logros concretos que beneficien directamente al estudiante. Para eso, debemos abrir los canales de diálogo entre nosotros en serio y sin vueltas, para ubicar las necesidades urgentes y resolverlas. Como dijo Tarcus, historiador argentino, el movimiento popular necesita menos derrotas heroicas y más victorias parciales: no por resignarse, no por mostrarse débiles, sino porque cuanto mejor, mejor. No podemos seguir tratándonos de traidores, entreguistas o aparateadores si el estudiante medio sigue teniendo problemas que el Departamento de Orientación se demuestra obsoleto para resolver; no podemos seguir denostándonos mientras sigue habiendo la cantidad de chicos libres por año que hay y no podemos seguir dándonos el lujo de la disertación improductiva cuando hay un Campo de deportes a punto de venderse y la información entre nosotros llega tarde e imprecisa. Enemigos sobran, dejemos de buscarlos: lo que faltan son aliados. En este sentido, proponemos una real reactivación de las comisiones para nuestra consolidación, siguiendo el ejemplo de la comisión de cultura, que este año supo organizar con numerosos contratiempos un concurridísimo día de las artes y que puso en sus hombros, aunque fallidamente, debates como el de la nueva Ley de Servicios Audiovisuales.

Cabe mencionar también la férrea voluntad de la comisión de acción social, que incluso con la gripe porcina y con el pánico generado por los monopolios mediáticos acerca del barrio en que trabajan, siguieron firmes y creciendo. Esta reactivación requiere una responsabilidad por parte de todos los compañeros y que necesita entusiasmo y apoyo, no la caza por parte de otros compañeros iluminados.


El colegio que buscamos
Estamos en un colegio que se jacta de estar a la vanguardia en materia de ciencias sociales y humanísticas cuando en la realidad sus alumnos no son más que un número para sus autoridades. Un colegio en el que existe un organismo que se llama Departamento de Bienestar Estudiantil, cuando los entes privatizadores de la UBA nos quieren sacar hasta el derecho de practicar educación física y actividades recreativas en nuestro Campo de Deportes. Un colegio que se coloca en un papel de formación de cuadros políticos y futuros conductores cuando el principal organismo resolutivo sobre la institución no es democrático y termina fallando a favor de las cabezas saqueadoras de la UBA y detractoras de la educación que buscamos. Está claro que la gran mayoría de los estudiantes no sufren un mal pasar económico, consecuencia del filtro que suponen los institutos de ingreso, pero la mayoría no son todos y por eso nos debemos proponer a sacar los palos en la rueda, como por ejemplo, el que suponen los precios de los kioscos dentro del colegio, parte de la estrategia de nuestra rectora socialista, que quiere que la deuda la paguemos los estudiantes, que además incluye un sistema de fotocopiadoras totalmente burocratizado que termina jugando económicamente en contra de los estudiantes. Ni hablar del infranqueable reglamento interno (y más especificamente, en relación a la vestimenta, herencia de la última dictadura), al que ni el Consejo de Convivencia parece aportar nada positivo y por supuesto, el curso de ingreso antes mencionado, que de a poco va cercenando muchisimas posibilidades a gente sin ingresos económicos de poder obtener esta educación de privilegio que debería desarrollarse a lo largo del país y al servicio del pueblo.

Estas paradojas son por las que reclama todo el CENBA, pero cabe recalcar que no compartimos las estrategias de lucha que pretenden las demás agrupaciones. Al ser obvios los abusos antes descritos deberíamos parar la pelota y pensar más detenidamente el camino a seguir para no llegar situaciones límites que debiliten al movimiento estudiantil, prever el impacto mediático y político y tejer alianzas que resulten determinantes por lo menos para los ojos de la sociedad (a la cual le debemos nuestra educación de privilegio) al momento de ejercer una presión para la toma de medidas en los consejos tanto superior como resolutivo. Atendiendo a este aspecto coyuntural, debemos dar una vital importancia al aspecto informativo de los reclamos que ejercemos como centro de estudiantes, desde una política de consenso entre las distintas agrupaciones que persigan objetivos de índole superadora y haciendo hincapié en las debilidades de nuestros enemigos, desarticulando todo intento de avanzar sobre el estudiantado. Vale aclarar, para algun lector malintencionado, que nosotros no hacemos una crítica a las causas que hasta ahora defendimos y aceptamos nuestra cuota de responsabilidad en lo que creemos fue un fracaso en la última toma; sin embargo, queda más que claro que la toma tuvo un solo ganador y es el sector que acompaña a uno de los consejeros resolutivos docentes que está pisando cabezas para ser la autoridad en nuestro colegio el año próximo, mientras que nuestro movimiento sufrió un claro debilitamiento tanto desde la perspectiva política como desde la desmovilización que sigue sufriendo hoy en día el CENBA. Es el momento de replantearnos si el poder que estamos construyendo es realmente efectivo y que medidas tomaremos para construirlo.

La democratización del consejo resolutivo es una lucha que se debe llevar a cabo desde el mayor de los cuidados (y con esto no queremos decir con tibieza) y dentro de los ámbitos correspondientes (y con esto no queremos decir que la calle no sea uno de estos), ya que este órgano es un logro de la lucha estudiantil y no se debe rechazar con tan poca cautela las decisiones de éste: esto supone desmerecer luchas previas y además, como ya dijimos antes, supone un accionar antipolitico que lejos de beneficiarnos nos pone en una situacion limite, sin margen de maniobra posible y por sobre todo (y como se evidenció en la última toma), a merced de las camarillas asentadas en la UBA hace ya rato y que siguen avanzando con paso firme en pos de una universidad privatizada y elitista.
Los golpes que recibimos desde el punto de vista social, como la falta de atención a aquellos alumnos que padecen problemas desde el punto de vista académico en el colegio, tengan o no dificultades en otras esferas de sus vidas, los debemos solucionar creando organismos de apoyo académico y humano alternativos a los obsoletos del colegio, plantándonos como anatema a la estructura social del colegio.
Por último y no por eso menos importante, debemos afirmar que en lo que respecta al Campo de Deportes, la postura que defendemos desde la Jauretche es la de no negociar absolutamente nada; todo aquello que se quiera aportar a nuestro campo será bien recibido y todo aquel que venga con ansias de adquirir algo en pos de negocios inmobiliarios, será fuertemente rechazado.
El resto de las peleas que hay que llevar adelante son menores en comparación a las antes mencionadas, y su resolución sólo puede venir acompañada por un movimiento estudiantil unido y que ataque firmemente los avances privatizadores y burocráticos.
En relación a todas estas trabas que aquejan a los alumnos del Colegio debemos adoptar una triple responsabilidad, como individuos, comprometiéndose con aquellos compañeros que sufren dificultades, como parte de éste colegio, manteniéndose en pie de lucha por el campo de deportes, la democratización del consejo resolutivo y el avance de la privatización en la educación, y por otro lado, como parte del movimiento estudiantil, apoyando todas las causas justas por las que peleen todos los compañeros de los demás establecimientos educativos

La UBA que necesitamos
Pertenecer al campo nacional y popular y acompañar el proceso iniciado en 2003 no nos impide criticar sus errores. Muy por el contrario, nos obliga, si queremos ser coherentes con nosotros mismos y si buscamos la profundización de las modificaciones introducidas, a marcar claramente los aspectos deficientes de este proceso y presionar para su corrección. La política universitaria del actual gobierno quizá sea para nosotros el ejemplo más cercano de esto.
Las universidades públicas se encuentran en este momento (aunque no lo reconozcan formalmente) en un estado de emergencia presupuestaria. El dinero que reciben está muy lejos de alcanzar los niveles necesarios para su correcto funcionamiento y mucho menos las habilita para emprender proyectos de tipo masivo y popular. De esta manera, se permite el avance de las universidades privadas, que rematan la educación y enseñan en función de los intereses patronales y no de los del pueblo.
Ante esta desvalorización de la universidad pública (y de la educación pública en general), quienes ocupan los cargos directivos optan por evitar el enfrentamiento con aquellos que deben entregarle un mayor presupuesto a sus establecimientos y se lanzan a la generación de espacios de autofinanciamiento dentro de la universidad, lo que constituye un segundo avance de la privatización educativa, esta vez desde adentro. No es difícil encontrar a nuestro alrededor ejemplos de tal modalidad: el intento de venta de nuestro campo de deportes por parte del Consejo Superior de la UBA y el más reciente proyecto de la Secretaria de Asuntos Académicos, Edith Litwin, de cierre de nuestro turno vespertino son muestras claras de tal política. Ante la falta de recursos para la educación pública, Litwin elige el camino del ajuste y del achique, que deja a muchos chicos sin la posibilidad de acceder a nuestro colegio y a docentes y no docentes sin empleo o con menos trabajo. El carácter antipopular y antieducativo de tal medida es demasiado obvio como para tragarnos el discurso de la “seguridad” y de los supuestos pedidos de los padres que esgrime la Secretaria de Asuntos Académicos.
El distanciamiento de quienes gobiernan la UBA con respecto a la mayoría de los integrantes de los claustros universitarios, quienes nos oponemos al ajuste antipopular y a la privatización encubierta que están llevando a cabo, tuvo su representación física en la reelección de Rubén Hallú como rector en diciembre de 2009: Hallú fue reelecto en el Congreso de la Nación, en una asamblea ilegal, con la policía y un vallado separándolo de los estudiantes que se manifestaban afuera. Ni siquiera estaban dentro todos los asambleístas habilitados; un importante número de ellos se encontraba afuera del recinto y a algunos incluso ni se los dejó ingresar.
Es el gobierno nacional quien presta el Congreso a la UBA y organiza el operativo de seguridad para asegurar el desarrollo de la asamblea, colaborando así con el avance privatizador y antipopular de Hallú y con el vaciamiento de nuestra universidad pública. Sabemos eso y lo reconocemos. Pero también sabemos, y queremos que todos nuestros compañeros lo sepan, que La Jauretche va a estar del mismo lado que ellos, de frente a las vallas, cuando haya que salir a defender la educación pública, sea contra quien sea.
No nos cabe duda de que es ésta la posición más coherente para todos los que defendemos la universidad pública y gratuita y buscamos una UBA más democrática, más inclusiva, más grande y al servicio del pueblo.
Dos caminos para Nuestra América
Una simple mirada a los hechos políticos más importantes de la última década en Latinoamérica nos muestra la oposición entre dos campos de pensamiento y de acción. Por un lado, la defensa de las soberanías nacionales, la reestatización de las empresas privatizadas en el decenio neoliberal, la aplicación de medidas populares y progresistas, el desarrollo autónomo, la integración latinoamericana y el antiimperialismo. Por el otro, la reacción de los sectores más conservadores de nuestras sociedades, la oposición feroz y sistemática de los grupos económicos concentrados ante cualquier avance contra sus privilegios y la metralla dialéctica a la que nos someten sus voceros, los grandes medios de comunicación.
Esta batalla, que roza lo institucional, se da de forma muy clara en Argentina. No hace falta remontarnos más que hace unos meses cuando el presidente de la Sociedad Rural Argentina asustó con un golpe a la cabeza del Estado; mucho menos hace falta remontarse a la reacción de los monopolios mediáticos, que, mediante nefastos artilugios, presionan a la justicia para ir en contra de la Ley de Medios Audiovisuales, aprobada en ambas cámaras del Congreso, y se abanderan, como lo hizo históricamente el sector avaro de poder y manejado por el imperio, bajo la decencia y la democracia que ellos mismos manejan con su tormento anti popular.
Esta batalla entre aquellos sectores que poseen el poder concentrado y el gobierno, que intenta incluir dentro de su órbita lo que institucionalmente le corresponde (y lo que creemos que es correcto), se da en situaciones mucho más graves que atentan contra los derechos humanos. Julio Lopez, Luciano Arruga y más recientemente Rubén Carvallo son víctimas de la fuerza policial al servicio de los sectores que se enriquecieron durante la dictadura y que aun hoy siguen haciendo negocios multimillonarios con lo ilegal y la llamada seguridad: tenemos que saber diferenciar en que órbitas los sectores antipopulares, muchas veces resaca de la ultima dictadura militar, son en verdad los dueños del país y nuestros enemigos. Tenemos que dotar nuestras filas de discernimiento y “apuntar con todo y a la cabeza, sin treguas ni cuartel”, a estos sectores y no ser como los famosos perros de matadero, que se matan entre ellos por las achuras mientras el dueño se lleva la vaca.
Negar ésta, la batalla actual en la que se dirime el futuro de nuestro continente, por considerar a ambos campos capitalistas, y por lo tanto, opresores, y por lo tanto, enemigos de la clase obrera, no es más que encerrarse en una burbuja desde la cual es imposible una acción concreta de magnitud suficiente como para mejorar las condiciones de vida de nuestros millones de hermanos latinoamericanos. Sin embargo, resultaría poco inteligente no reconocer los límites que conllevan estas experiencias históricas, que en pocos casos rompen con sus concepciones políticas y económicas capitalistas. La posición que escogemos en La Jauretche es, entonces, la del apoyo a los avances populares y progresistas y la de la crítica a sus concesiones y estancamientos, pues tenemos la convicción de que si no se profundizan los cambios realizados hasta el momento, se abre la puerta a la restauración conservadora. Como dijera Jorge Enea Spilimbergo, “ninguna revolución de masas puede estabilizarse y consolidar sus conquistas si no va más allá del simple reajuste de la estructura social y política heredada, si no destruye las viejas formas de Estado y crea otras nuevas, basadas en la democracia directa de las masas, en el control efectivo y diario, en la autoridad suprema de las organizaciones populares.”
Es por esto que, más allá de las críticas que podamos hacer a gobiernos como los de Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales y Cristina Kirchner, consideramos necesario dejar clara nuestra posición, desde la juventud, en esta hora crucial de la historia de Nuestra América. Desde La Jauretche, apoyamos estos proyectos populares, pues significan un avance histórico en la situación de nuestros hermanos latinoamericanos y caminan en la senda de la Patria Grande: somos chavistas, somos correístas, somos evistas y somos kirchneristas, pero por sobre todo, argentinos y latinoamericanos.


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