La gloriosa lista 17

Siguiendo el legado de los grandes hombres y mujeres de la patria, por un centro inclusivo, democratico, nacional y popular, inteligente y al servicio de los estudiantes.


jueves, 17 de junio de 2010

A 200 años de la revolución inconclusa, levantemos las banderas nacionales y populares

A 200 años de la revolución inconclusa
levantemos las banderas nacionales y populares
Mucho se dijo de la revolución de Mayo. Doscientos años después, la semana de Mayo sigue generando controversias entre quienes analizan la historia como si se tratara de una cuestión de actualidad: que si Mariano Moreno era un agente británico o español, que si la revolución fue hecha en nombre de Fernando VII porque la cosa no estaba para una revolución hecha y derecha, que si la revolución fue en serio una revolución o fue simplemente una excusa de los sectores ligados al contrabando para romper lazos con España. Lo que es innegable es la actuación de un personaje que dio el puntapié para el comienzo de la independencia latinoamericana, cuyo desenlace seguimos esperando. Estamos hablando de Mariano Moreno.
Moreno fue el secretario de la Junta presidida por Saavedra en 1810, fundador de La Gazeta, que en ese momento hacía de diario oficial y, sin duda alguna, el revolucionario más radical de ese órgano. A pesar de su formación profundamente liberal, fue el primero en levantar las banderas del proteccionismo económico y de plantear que a falta de una industria fuerte en manos de una burguesía local, era el Estado el que tenía que tomar en sus manos la creación de la industria nacional. Tan severo era en lo económico como en lo político: Moreno fue el ideólogo de la expedición a Córdoba que terminó con el fusilamiento de Liniers y, posteriormente, de la expedición militar al Alto Perú y al Paraguay, los focos más grandes de la reacción española. Pero sin duda alguna, el mayor ejemplo de su claridad intelectual y política se refleja en su Plan de Operaciones, donde no titubea en defender la revolución armada contra el poder monárquico.
Pero como sucedió durante toda la historia argentina, y a pesar de lo que nos enseñan los manuales de historia, Moreno fue resistido por los demás miembros de la Junta. Si hay algo que caracterizó a esa revolución fue que estuvo plagada de esos vecinos decentes que acusaban a Moreno de terrorista. Apellidos de ese entonces, como Pinedo y Martinez de Hoz, nos siguen resultando conocidos hoy en día. Junto con gran parte de los contrabandistas ligados a sectores ingleses y focos realistas dentro del ejército, presionaron atrás de la figura de Saavedra para que nuestro prócer en cuestión no triunfara en la reivindicación de una Patria nueva y sin cadenas. Moreno es envenenado en 1811 en un buque inglés en el que viajaba para realizar una compra de armas y muere. Los reaccionarios reciben la noticia aliviados.
De nada sirve la historia si no podemos analizar y comparar cómo eran las relaciones de poder en ese entonces y cómo son ahora. Antes, un Pinedo presionaba atrás de un general para destituir una amenaza a su forma de vida basada en la explotación; 200 años después, otro Pinedo es diputado por un bloque que vacía la educación pública y gasta fortunas en su fuerza policial. Antes, un Martinez de Hoz velaba por sus tierras en un Cabildo abierto; 200 años después, la Sociedad Rural creada por Martinez de Hoz amenaza con tumbar el proyecto elegido democráticamente por la mayoría de los argentinos. Hace 200 años, a Moreno lo envenenaron el altamar; hasta no hace mucho, a la gente con ideas la tiraban al Río de la Plata.
Nada de esto es casualidad; los enemigos son los mismos y siguen ahí. Con métodos algo más refinados, tanto culturales como materiales, nos dominan haciéndonos creer que la única salida es que sigamos vendiendo materias primas o que los proyectos nacionales y populares son “terroristas” o “atentan contra la libertad de expresión”. Son en verdad ellos quienes usan la violencia, mediante cuerpos parapoliciales que aterrorizan a los sectores más marginados de nuestra ciudad y son ellos quienes censuran los materiales académicos para imponer su visión cipaya de nuestra historia.
Hacemos un llamado, entonces, desde La Jauretche al CENBA en su totalidad, para que reivindiquemos la memoria por estos 200 años, apoyando las luchas de todos los pueblos latinoamericanos oprimidos y levantando las banderas de Moreno, por una segunda y definitiva independencia latinoamericana y enfrentando a los enemigos que la obstaculizaron ayer y la obstaculizan hoy. En este sentido, creemos vital que la Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios sea de todos nosotros y por eso, llamamos a marchar unificados este viernes, para que este bicentenario nos encuentre peleando por la educación que nos merecemos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El que quiera puede comentar, siempre y cuando no se agreda o se insulte a nadie.